La importancia de las vesículas seminales
Según números, la célula más grande del cuerpo humano es el óvulo.
La más pequeña es el espermatozoide: 175,000 de éstos caben en el primero. Se ha calculado que los óvulos necesarios para producir una población igual a la del mundo actual, entran en un sombrero de copa; y los espermatozoides necesarios para fecundar a esos óvulos caben perfectamente en un dedal. Y para que ambos se encuentren y se apareen, el espermatozoide necesita estar bien nutrido, fuerte, ágil, grande, calórico, que en una eyaculación salgan expelidos alrededor de 100 millones por centímetro cuadrado, es decir de 200 a 600 millones en una sola explosión. Aproximadamente 4 mililitros de semen; sería algo así como una cucharadita de té. Ésta es la maravillosa tarea que hacen las vesículas seminales, dos glándulas tubulares de 15 cm (encima de la próstata) que otorgan semen de calidad nivel 10, que incluya mínimo 36 calorías (equivale a un terrón de azúcar), fructuosa, enzimas, prostaglandinas, proteínas, vitamina C y otras sustancias como minerales, carotenoides que generan renacuajos altamente competitivos.
Sin embargo, para que la magia suceda, los hombres deben ostentar buenos hábitos de vida; alejados del tabaco, el alcohol, las drogas, el sedentarismo y próximos a la buena alimentación y el ejercicio.